lunes, 17 de octubre de 2011

Prólogo de una de mis muchas historias inacabadas: HERMES

Prólogo



Siguió caminando por las calles de Madrid, con su gabardina beige, paseaba por el centro de la capital bajo una inclemente lluvia que no cesaba.
Tenía un cometido y debía llevarlo a cabo.
Torció en una esquina y por fin dio con el restaurante de comida rápida que buscaba, entró despacio y se quitó la gabardina.
Aquel restaurante cerca de Plaza de España estaba lleno de gente pues se había convertido, debido a la lluvia, en un buen refugio para todos los adolescentes que pasaban sus horas libres con sus amigos cerca del antiguo emplazamiento. Buscó con la mirada a su objetivo.
El chico estaba sentado en una de las mesas con algunos de sus amigos.
Se percató de que aquellos adolescentes se salían bastante fuera de lo común.
Pertenecían a aquellas partes de sus respectivas generaciones que habían querido revelarse contra el sistema y lo que se consideraba normal. Más de uno los habría calificados de freaks, sin embargo a su parecer eran personas valientes que no tenían miedo de expresar lo que sienten a través de la estética visual.
Se sentó cerca de su objetivo, el chico hablaba a voz en grito, intentando sobrepasar el ruido del atestado restaurante para que su amigo le comprara unas patatas fritas. Escudriñó su indumentaria sopesando la forma más fácil de acercarse a él; el chico no se salía de la estética del resto de su grupo, pelo negro y largo, vaqueros raídos y una camiseta del grupo Childrem of Boddom. El resto de sus amigos vestían, según creyó, muy parecido, aunque no igual. Se miró la ropa, estaba claro que su camisa y sus pantalones vaqueros no iban a hacer buenas migas con aquellos chicos. Agarró su gabardina y se esfumó en el aire.

-MAB

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