miércoles, 20 de marzo de 2013

Corazones asfixiados...

Garganta seca, labios irritados, dientes chirriantes, puños apretados, piernas cruzadas, ojos cerrados...

Extraña sensación esta de bienestar en un espacio tan cerrado, en un recipiente tan pequeño como las cuencas de tus ojos, como tu iris... Reflejada, tan frágil y hecha de fuego a la vez... mírame, estoy hermosa, hermosamente angustiada.
Tu cercanía distante, tus pupilas heladas, tus brazos cruzados y tus afinadas sílabas.
Nunca se me dieron bien estas cosas, tú eras el poeta ¿no? el que decía que le gustaba el caminar de mis puntillas sobre las baldosas...el que regalaba flores en invierno y abrazos en primavera ¿qué nos pasó? ¿dónde quedaron esas sensaciones bañadas de sudor? Creo que las perdimos entre tus sábanas, junto con las ganas de revolver el mundo volando de almohada en almohada.
¿Qué ha pasado con el rumor de mis uñas en tu espalda?
Ya no es importante cuanto tiempo paso mirándote a la cara o contándote los lunares, ya no importan cuantas notas afinadas saques de mis orgasmos, ni cuantas veces conté las constelaciones del cielo de tu boca, ahora ya sólo me queda asfixiarme, eso sí, enfundada en un bonito corsette de seda, nostalgia y caricias de mentira. Maldita romántica...

-Mab.

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